viernes, 21 de noviembre de 2014

Amor Virtual

“Ayer pensé en ti mientras venía camino a Zapallar. Fue como si te hubieras aparecido con tu perita de chivo a la moda y esos grandes ojos inundados de compasión”…. Así comienza este cuento extenso de Simonetti  que nos habla de la añoranza hacia un personaje ya fallecido, la muerte originaria de un sinfín de emociones vividas por el protagonista quien se envuelve en una sensación incompleta, busca solventar su pérdida: “Yo ni siquiera había conseguido llorar después de tu funeral. Cuando partió, la frustración me dejó clavado en esa esquina…”
El título Amor Virtual, nos habla sobre una relación a distancia solventada vía web, en dónde la comodidad de la homosexualidad se hace presente, “Era como si estuviéramos en el mismo cuarto, ofreciéndonos mutua compañía en este ejercicio solitario de la escritura.” Dada la soltura de los tabúes homosexuales, ambos personajes a pesar de no tener ningún vínculo amoroso, se reflejaban intelectualmente libres, discutían sobre arte, cultura, entraban en eternos debates, produciéndole al protagonista una sensación de enamoramiento impresionante, y de adicción a estar junto a él, “Al hacerlo, experimentaba una sensación de libertad: no importaba cuán disparatadas fueran mis ideas o mis emociones; nada me inhibía de contártelas.” Al ser testimonial, todas las apreciaciones eran sensoriales, cómo lograba contagiarse de la personalidad especial de Benjamín quien cautivaba notablemente a la mayoría de los que se relacionaban con él, tanto hombres como mujeres.
De cierto modo, Benjamín era un personaje con todas sus letras, intelectual, de mediana edad, de carácter fuerte, quien mantenía respeto con sus cercanos, daba la impresión que se liberaba por medio de lo virtual. “Me resulta extraño pensar que la mejor manera que teníamos de comunicarnos era a través del mail. Cuando estábamos juntos no era lo mismo” de igual modo, sucedía con el protagonista, quien disfrutaba de gran manera la compañía virtual de Benjamín. Ahora que ya no se encontraba con vida, el recuerdo y la frustración se volvía a diario sobre sus narices.
A pesar que el cuento, gira en torno a Benjamín, el protagonista, busca a toda costa absorber cada rastro de Benjamín, esto lo ve reflejado en Bill, quien compartió los últimos meses con él antes de su muerte; quiso extraer cada segmento, conocerle y conversar sobre él. Parecía como si buscaba cerrar la herida por medio de los otros, finalmente al relacionarse con Bill, y hablar libremente de Benjamín, le resultó gratificante, ya que pudo expresar conscientemente sus sentimientos, y ambos se apoyaron mutuamente, “al terminar esta carta siento un gran desahogo, como si te hubiera recuperado definitivamente, como si ya hubiéramos puesto las cosas en orden luego de tu partida. Y esta es la razón por la que confío en que, durante los próximos meses de escritura junto al mar, no me voy a sentir solo.” Por lo tanto, en Amor virtual se expresan libremente los tabúes homosexuales, y no se hace presente ningún elemento de rareza, los escenarios son reales, como Chile, Zapallar, New York, Central Park. Se ambienta en una época actual, por tanto no se hacen presentes los miedos hacia las sanciones sociales, y el lenguaje utilizado no presenta ninguna alteración vulgar e informal.


 Nathalie Álvarez

La soberbia juventud

La soberbia juventud de Pablo Simonetti, al igual que otras obras del autor establece una arista de la identidad homosexual desde el prisma de la clase alta de la sociedad chilena en la actualidad, elemento que el autor conoce al pertenecer a ese círculo considerándose incluso parte de una obra autobiográfica ambientado el chile del 2008 en un comienzo, lo que lo podría considerarse un caso completamente opuesto al que expresa en sus obras el autor Pedro Lemebel. En ese sentido veremos cómo se vive esta identidad homosexual podemos apreciar la influencia del dinero en la expresión de esta, junto con la presión social, familiar y religiosa respecto a esto. Todo lo anterior lo vive el personaje protagonista de esta historia: Felipe Selden un joven de 27 años. No obstante todo se filtra desde el punto de vista de otro personaje con la misma orientación sexual, pero de mayor edad como lo es el escritor Tomás Vergara con quien entabla una amistad y lo ayuda a liberarse de estas presiones revelando así su identidad no solo de la boca para afuera, como ya era, sino que en su completa expresión. Todo lo anterior junto con ser analizado, será también categorizado según la perspectiva establecida por F. Blanco de la novela homoerótica post Pinochet, que puede ser de normalización subjetiva o una lucha por emanciparse, desde sus características.

En el personaje de Felipe Selden, desde un primer momento se ve que tiene asumida su homosexualidad, que inclusive es leída por Tomás Vergara y comentada sin problemas. No obstante, para el narrador testigo, más que ese detalle es el aplomo con que el personaje hace presentación de sí mismo aunque mantiene una relación abierta con Camilo, un abogado de su edad mencionando que no le interesa establecer una relación seria, sino que quiere ir lento y conocer el mundo. Se declara de derecha y en favor de la iglesia opus dei, y no lo encuentra algo contradictorio. Aunque su aplomo parece desaparecer a veces, es contradictorio en parte de su relación sentimental con Camilo, influenciado por su madre quien Felipe considera su mejor amiga y confidente. Todo esto podría considerarse parte del perfil de personalidad del personaje inicial, no obstante todo este perfil contradictorio y rígido del personaje cambia parcialmente cuando Felipe Selden logra independencia económica de su madre al recibir una herencia por parte de su tía abuela Alicia, ella lo hace completo heredero para que pueda liberarse de las ataduras de la familia que lo rodea al verlo similar a marido que era bisexual en secreto y reprimido mayoritariamente por otros que por él mismo por los prejuicios existentes en estas clases conservadoras.

Desde lo anterior podemos afirmar que la religión es el mayor opresor para Felipe Selden, ya que su crianza se encuentra regida por ella desde el colegio y rige a la vez a su familia. Esto se ve reflejado en cosas como cuando su madre menciona a Tomás que esto es solo una etapa. Y que solo el círculo íntimo de Selden sabe de la situación, sin siquiera ser mención o tema de conversación, es algo censurado, que se evita y que Selden es condescendiente al no llevar parejas a su casa respetando el espacio familiar, pero tampoco a su familia. Situación que se ve respaldada con la presencia de Camilo y Tomás en los últimos días de vida de Alicia. Además de la reacción, de Tana, la madre de Felipe, cuando ve a Tomás hablando con él en un matrimonio increpando directamente al primero de que se aleje de su hijo, siendo apoyado además por el acto de la hermana de Felipe de ignorarlo cuando éste le presentó a Tomás. Por tanto, si bien hay presencia constante de la religión acentuada y marcada por los padres, no hay una discriminación completa, no hay fobia en sentido agresivo, sino que límites autoimpuestos y respetados, hasta que posteriormente con la independencia otorgada con el dinero crea conflicto y una liberación más amplia del personaje en la expresión de su identidad.

Luego de este análisis parcial de la novela es necesario establecer los tipos de novela homoerótica que establece Fernando Blanco; por una parte tenemos aquello que podría considerarse normalización y por otra un movimiento por las minorías más radicalista. La diferencia se encuentran en que el primero requiere de la democracia del gobierno y su regulación (leyes), además de la exposición con normalidad se relaciona cambien con establecimiento de la opinión y gesto desde los medios y forma pública, esto le da un sentido de negocio o sentido mercantil frente a los medios. Esto en la narración se puede apreciar en el uso de lugares comunes de la población, haciéndolo parecer un hito más dentro de la ciudad con aires de normalidad “homologándolo con sus pares heterosexuales” (Blanco, 5), mimetizándose con un discurso más guiado y mediatizado que por tanto puede ser más asimilado por el público. Mientras que en el contrario nos encontramos con la agrupación de colectivos y sus demostraciones de diferencias en manifestaciones públicas se encontrarían dentro del radicalismo y que tienen un discurso más polémico, como lo puede ser las preferencias sexuales desde el erotismo y las distintas formas de dar placer a la pareja.

De todo el párrafo anterior, podemos tener una idea de que la obra de Pablo Simonetti, La soberbia juventud, responde completamente a la primera categoría de normalización. Comenzando por el tipo de narrador que posee la obra, nos permite cierta normalidad con las parejas heterosexuales porque todo aquello que se considera “incorrecto” por el impacto erótico sexual, se encuentra “censurado” o establecido solo por narración simple de un personaje a otro. Aquí el conflicto central se encuentra en la aceptación propia de la identidad homosexual, así como también la de la familia de alta sociedad y su entorno, donde el principal factor de discordia es la religión opus deis, esto se demuestra en la siguiente cita: “Él no había elegido su homosexualidad ni la ofuscación de su madre, ni menos transformarse en la última esperanza de una mujer rica y sin descendencia. Al final del incendio que debió afrontar se quedó con una fortuna, pero sin familia, sin sus amigos de antes ni los del último tiempo. Un gran cambio para el que nadie está preparado.” (Simonetti, 155). Además de ello se establece un contexto histórico en la novela con la mención del terremoto del 27 de febrero, en Chile, además de lugares como el barrio el golf aludiendo directamente de Santiago, junto con después mención de otras ciudades y pueblos que se visitan a lo largo del libro.

Finalmente y en conclusión se puede decir que la novela de Pablo Simonetti, La soberbia juventud, nos muestra la homosexualidad desde un punto de vista externo relativamente más cercano. Además de que la presión y prejuicios a esta identidad se encuentran también en la clase alta de la sociedad, aunque no con la violencia que nos muestran otras obras, sí existe de forma psicológica que afecta la expresión de la identidad.

Sin Compasión


Dentro de los textos de Simonetti, muchos de ellos abordan la temática homosexual dentro de una sociedad donde el tema es considerado un tabú. Sin Compasión, parte de libro de Vidas Vulnerables, cuenta la historia de Claudio Álamo un hombre de cuarenta y dos años quien trabaja como agente en un banco de la calle Miraflores. El personaje problematiza su condición homosexual frente a su vida diaria, es un secreto oculto que nadie debe conocer. Esto lo lleva a vivir una doble vida que oscila entre su trabajo durante el día y las noches de juerga que solo le dejan resacas como recuerdos. Un día recibe un nuevo compañero de trabajo, Arturo Bossard, del cual siente una atracción inmediata. Ambos entablan una buena relación hasta que Claudio lo besa suponiendo que recibiría lo mismo de vuelta. A partir de ese momento, la vida del protagonista cambia. Este análisis abordará dos puntos claves respecto al personaje principal: La homosexualidad reprimida y la figura del maricón.
Álamo se encuentra dentro de un espacio que limita con los márgenes de la sociedad, se encuentra en un precipicio vacilando entre sus dos vidas "No podía creer el enredo en que se había metido. Mantener una muralla infranqueable entre el mundo del banco y el de su intimidad había sido parte de su trabajo a lo largo de esos diez años, quizás la tarea a la que había dedicado mayor energía." (Simonetti, 85) Durante su vida, Claudio había sabido mantener resguardado su secreto al punto que no interfiriera con su trabajo, sin embargo la llegada de Arturo se transforma en un deseo de rebelión a esa seguridad. Una búsqueda de dar fin a la represión de sus emociones que se ha sabido mantener, sin embargo el miedo al rechazo de los que le rodean son las cadenas que lo mantienen temeroso respecto su actuar. Sin Compasión grafica el deseo, miedo y rabia no solo de Claudio, sino también de Arturo, quien se ve envuelto. Se puede hacer una directa  relación con el nombre del libro en que se publica, ya que esta vida se considera vulnerable porque la sociedad en la que vive no la incluye libremente, existen condiciones para ser parte de algo. Cuando Álamo es llamado por su jefe, este le indica que es un tema que no puede tolerar, que cuando hubo rumores él siempre lo defendió pero habiendo sabido la verdad debía marcharse. Su vida queda en una pausa momentánea.
Respecto a la identidad del personaje homosexual, dentro de la literatura Latinamericana, se ha mantenido bajo una constante: la figura del maricón. En el libro Producción cultural e identidades homoeróticas, de David William Foster, se menciona que "La figura del maricón es recervada exclusivamente para el penetrado, pero (...) surge la disyuntiva entre la ideología del macho que penetra y el maricón penetrado" (74) Es por ello, que la cultura de América Latina define el homosexualismo de dos maneras: uno donde todo comercio sexual entre individuos del mismo sexo los hace homosexuales o dos aquella disyuntiva donde el que penetra no pierde su adhesión a la masculinidad del sistema establecido, y el penetrado, a quien únicamente se le atribuye una desviación sexual. Claudio si bien se sabe homosexual no es representado de una manera afeminada dentro del relato; si hacemos una rápida comparación entre La Manuela, de El lugar sin límites, con el protagonista de esta historia podemos notar que no se da aquella relación entre aspectos pertenecientes a la cultura queer, ropa, actitudes, tono de voz.
"–¿Te parezco un mojigato? ¡Por favor! Dame un poco de crédito. Me gustan los pitos como a todo el mundo.
–¿Entonces por qué no nos fumamos uno juntos?
–El jueves podemos fumarnos todos los que quieras." (Simonetti, 85) La actitud provocativa y amanerada de la Manuela pareciera perderse en esta nueva figura, ya no de del maricón sino de homosexual reprimido. A partir de esto podemos diferenciar a la loca o marica de un homosexual corriente, que sin embargo se ve golpeado por esta etiqueta que conlleva su orientación sexual:
"Oyó a Bossard decir a sus espaldas:
–¿Se enojó la señorita?
No pudo creer lo que oía. Enfrentó la mirada cínica del joven. (...) Con una calma llena de tensión, Álamos dijo:
–Esa no es manera de hablarme y nadie te ha dado motivo para que me faltes el respeto de ese modo –sus ojos encandecían–. Quiero que te vayas ahora mismo. Te llamaré cuando esté listo tu finiquito.
–Por Dios, al jefe le molestó que lo trataran de mariquita" (91)


La actitud de Bossard, tras lo sucedido con el beso, se vuelve hostil y burlesca, deja al descubierto la homosexualidad se Claudio resultado del temor a sentirse víctima de este. Después de que Álamo es despedido se mantiene en un limbo sin saber qué es lo que debería hacer ahora que su mayor secreto fue revelado, luego de que una cara se mostrara a la otra, hasta que decide enfrentar a Bossard. Se enfrascan en una pelea, se golpean y gritan y es en ese momento en que Claudio finalmente acepta qué y quién es frente a todo. Besa a Arturo al verlo desprevenido, este le grita que está loco a lo que el protagonista responde a mucha honra. No lo había notado, pero la tapa del ataúd donde toda su vida había sido enterrada al fin se encontraba abierta "aunque al mismo tiempo el cajón se había desfondado " (94) La homosexualidad dentro de una sociedad está sujeta a un gran número de emociones y estigmatizaciones, la figura del maricón o el pervertido, pero lo que se permite rescatar de este relato es que los protagonistas no ocultan sus sombras o inseguridades, sus errores o la mediocridad en la que están varados. Insatisfacción es la palabra que resume la doble vida de Claudio Álamo.

Michelle Bertin