La soberbia juventud de Pablo Simonetti, al igual que otras obras del autor establece una arista de la identidad homosexual desde el prisma de la clase alta de la sociedad chilena en la actualidad, elemento que el autor conoce al pertenecer a ese círculo considerándose incluso parte de una obra autobiográfica ambientado el chile del 2008 en un comienzo, lo que lo podría considerarse un caso completamente opuesto al que expresa en sus obras el autor Pedro Lemebel. En ese sentido veremos cómo se vive esta identidad homosexual podemos apreciar la influencia del dinero en la expresión de esta, junto con la presión social, familiar y religiosa respecto a esto. Todo lo anterior lo vive el personaje protagonista de esta historia: Felipe Selden un joven de 27 años. No obstante todo se filtra desde el punto de vista de otro personaje con la misma orientación sexual, pero de mayor edad como lo es el escritor Tomás Vergara con quien entabla una amistad y lo ayuda a liberarse de estas presiones revelando así su identidad no solo de la boca para afuera, como ya era, sino que en su completa expresión. Todo lo anterior junto con ser analizado, será también categorizado según la perspectiva establecida por F. Blanco de la novela homoerótica post Pinochet, que puede ser de normalización subjetiva o una lucha por emanciparse, desde sus características.
En el personaje de Felipe Selden, desde un primer momento se ve que tiene asumida su homosexualidad, que inclusive es leída por Tomás Vergara y comentada sin problemas. No obstante, para el narrador testigo, más que ese detalle es el aplomo con que el personaje hace presentación de sí mismo aunque mantiene una relación abierta con Camilo, un abogado de su edad mencionando que no le interesa establecer una relación seria, sino que quiere ir lento y conocer el mundo. Se declara de derecha y en favor de la iglesia opus dei, y no lo encuentra algo contradictorio. Aunque su aplomo parece desaparecer a veces, es contradictorio en parte de su relación sentimental con Camilo, influenciado por su madre quien Felipe considera su mejor amiga y confidente. Todo esto podría considerarse parte del perfil de personalidad del personaje inicial, no obstante todo este perfil contradictorio y rígido del personaje cambia parcialmente cuando Felipe Selden logra independencia económica de su madre al recibir una herencia por parte de su tía abuela Alicia, ella lo hace completo heredero para que pueda liberarse de las ataduras de la familia que lo rodea al verlo similar a marido que era bisexual en secreto y reprimido mayoritariamente por otros que por él mismo por los prejuicios existentes en estas clases conservadoras.
Desde lo anterior podemos afirmar que la religión es el mayor opresor para Felipe Selden, ya que su crianza se encuentra regida por ella desde el colegio y rige a la vez a su familia. Esto se ve reflejado en cosas como cuando su madre menciona a Tomás que esto es solo una etapa. Y que solo el círculo íntimo de Selden sabe de la situación, sin siquiera ser mención o tema de conversación, es algo censurado, que se evita y que Selden es condescendiente al no llevar parejas a su casa respetando el espacio familiar, pero tampoco a su familia. Situación que se ve respaldada con la presencia de Camilo y Tomás en los últimos días de vida de Alicia. Además de la reacción, de Tana, la madre de Felipe, cuando ve a Tomás hablando con él en un matrimonio increpando directamente al primero de que se aleje de su hijo, siendo apoyado además por el acto de la hermana de Felipe de ignorarlo cuando éste le presentó a Tomás. Por tanto, si bien hay presencia constante de la religión acentuada y marcada por los padres, no hay una discriminación completa, no hay fobia en sentido agresivo, sino que límites autoimpuestos y respetados, hasta que posteriormente con la independencia otorgada con el dinero crea conflicto y una liberación más amplia del personaje en la expresión de su identidad.
Luego de este análisis parcial de la novela es necesario establecer los tipos de novela homoerótica que establece Fernando Blanco; por una parte tenemos aquello que podría considerarse normalización y por otra un movimiento por las minorías más radicalista. La diferencia se encuentran en que el primero requiere de la democracia del gobierno y su regulación (leyes), además de la exposición con normalidad se relaciona cambien con establecimiento de la opinión y gesto desde los medios y forma pública, esto le da un sentido de negocio o sentido mercantil frente a los medios. Esto en la narración se puede apreciar en el uso de lugares comunes de la población, haciéndolo parecer un hito más dentro de la ciudad con aires de normalidad “homologándolo con sus pares heterosexuales” (Blanco, 5), mimetizándose con un discurso más guiado y mediatizado que por tanto puede ser más asimilado por el público. Mientras que en el contrario nos encontramos con la agrupación de colectivos y sus demostraciones de diferencias en manifestaciones públicas se encontrarían dentro del radicalismo y que tienen un discurso más polémico, como lo puede ser las preferencias sexuales desde el erotismo y las distintas formas de dar placer a la pareja.
De todo el párrafo anterior, podemos tener una idea de que la obra de Pablo Simonetti, La soberbia juventud, responde completamente a la primera categoría de normalización. Comenzando por el tipo de narrador que posee la obra, nos permite cierta normalidad con las parejas heterosexuales porque todo aquello que se considera “incorrecto” por el impacto erótico sexual, se encuentra “censurado” o establecido solo por narración simple de un personaje a otro. Aquí el conflicto central se encuentra en la aceptación propia de la identidad homosexual, así como también la de la familia de alta sociedad y su entorno, donde el principal factor de discordia es la religión opus deis, esto se demuestra en la siguiente cita: “Él no había elegido su homosexualidad ni la ofuscación de su madre, ni menos transformarse en la última esperanza de una mujer rica y sin descendencia. Al final del incendio que debió afrontar se quedó con una fortuna, pero sin familia, sin sus amigos de antes ni los del último tiempo. Un gran cambio para el que nadie está preparado.” (Simonetti, 155). Además de ello se establece un contexto histórico en la novela con la mención del terremoto del 27 de febrero, en Chile, además de lugares como el barrio el golf aludiendo directamente de Santiago, junto con después mención de otras ciudades y pueblos que se visitan a lo largo del libro.
Finalmente y en conclusión se puede decir que la novela de Pablo Simonetti, La soberbia juventud, nos muestra la homosexualidad desde un punto de vista externo relativamente más cercano. Además de que la presión y prejuicios a esta identidad se encuentran también en la clase alta de la sociedad, aunque no con la violencia que nos muestran otras obras, sí existe de forma psicológica que afecta la expresión de la identidad.